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Desde su fundación en 1985, nuestra organización ha crecido, ganando cada vez más influencia y siendo vista por centenares de miles de jóvenes y trabajadores con  simpatía y respeto. Esto ha sido gracias a unos fuertes principios e ideas que siempre nos han caracterizado. Lo que vas a leer a continuación son nuestras principales señas de identidad.

 Una organización de clase y de izquierdas

La falta de igualdad en la educación que recibimos los jóvenes en función de nuestra extracción social reproduce en el sistema educativo la división social en que se basa el sistema capitalista. El Sindicato de Estudiantes (SE) es una organización fundamentalmente de hijos de trabajadores porque somos los que sufrimos una educación en malas condiciones. Los hijos de los capitalistas no tienen nuestros problemas.

 Ellos pueden estudiar en caros colegios de pago; en clases de diez, con los mejores profesores y las mejores instalaciones; pueden aprender inglés en el extranjero y luego estudiar una carrera en una universidad privada (con matrícula mínima de tres o cuatro mil euros), y al terminar redondear la factura con los miles de euros que vale un master. Su futuro, lógicamente, está asegurado.

En cambio, ¿qué educación recibimos la inmensa mayoría? Masificación, falta de instalaciones, falta de becas, etc. Compaginar estudios con trabajos de miseria en los que somos explotados para intentar seguir estudiando después de la enseñanza obligatoria. Ninguna facilidad para tener unos estudios decentes y un futuro digno, sino todo lo contrario. Hoy en día la educación se convierte en una auténtica carrera de obstáculos.

 Esto es así porque la burguesía no necesita de una  educación de calidad para los que, cuando dejemos de estudiar, vamos a estar en el paro o, en el mejor de los casos, en trabajos temporales y sin cualificación ni futuro. Esto explica la presión para que sólo se invierta lo estrictamente necesario como para darnos la formación básica y convertirnos en la mano de obra que ellos necesitan en cada momento.

 Cuando, como pasa ahora, para las necesidades de los grandes empresarios hay demasiados universitarios, provocando que decenas de miles de licenciados estén en paro, estos mismos empresarios y banqueros presionan para que se reduzca los gastos en educación, cerrándonos con ello la última posibilidad que podemos tener de recibir una cualificación necesaria como para aspirar a un puesto de trabajo digno.

Una organización de lucha y reivindicativa, con implantación en todo el Estado

En la medida que, como los hechos demuestran, sólo con palabras y reuniones no se solucionan los problemas, se hace necesaria la presión, en última instancia, de la movilización en la calle.

El SE es un instrumento para promoverla y organizarla, extendiéndola lo más posible, tanto a estudiantes del máximo de institutos y facultades como a los otros sectores educativos (padres, profesores y personal no docente) e, incluso, a los trabajadores.  Ésta es la razón de que el Sindicato tenga dimensión estatal: nos da la fuerza necesaria para responder, no sólo a los ataques del gobierno central y de los autonómicos, sino también a los ataques concretos de juntas directivas en institutos o facultades. 

El SE responde como una sola persona a cualquier agresión a nuestros derechos, se dé en donde se dé, y para ello aprovecha la fuerza que nos da el ser miles de estudiantes organizados y coordinados de una punta a otra del Estado.

Si, por ejemplo, un instituto está en conflicto por un problema concreto, el SE informará de esa lucha lo más ampliamente posible a otros institutos y a otras zonas para así también lograr un mayor apoyo a la lucha del centro en cuestión. La existencia de una organización estudiantil de lucha implantada en todo el Estado aumenta la fuerza y las posibilidades de victoria en nuestras reivindicaciones. Este hecho lo demuestra la propia historia del SE.

En el curso 86/87 fue cuando el Sindicato se convirtió en una organización con gran presencia en los institutos gracias a su papel durante las movilizaciones que los estudiantes protagonizaron y que acabó en una victoria histórica.

Entonces obligamos al ministro de Educación, José Mª Maravall, a sentarse a negociar y a aumentar en 55.000 millones de pesetas (más de 330 millones de euros) el presupuesto educativo para la construcción de más de 800 centros de enseñanza secundaria en todo el Estado, la gratuidad de la matrícula en BUP y FP, que hasta entonces había que pagar, el incremento de un 40% en las becas, la gratuidad de las tasas académicas en la universidad para miles de familias trabajadoras, el reconocimiento de derechos democráticos y la capacidad para formar asociaciones estudiantiles, etc.

Cuando se producen movilizaciones o ante un conflicto concreto en determinada zona o facultad impulsamos y defendemos la realización de asambleas en las  que todos los estudiantes puedan participar. Una asamblea tiene que ser un instrumento que ayude a discutir y a llevar adelante las tareas, propuestas y acciones que se decidan y en la que las distintas organizaciones o personas puedan defender sus posiciones.

Además, en las asambleas se tienen que elegir a compañeros que formen comités de huelga o de lucha revocables en todo momento por la asamblea, (es decir, que la asamblea puede decidir que deje de ser responsable sin necesidad de esperar a que finalice el tiempo por el que había sido elegido) que sean los encargados llevar a cabo los acuerdos tomados y que permitan agrupar a los estudiantes, aumentar la participación e involucrar en la organización de la lucha a más sectores.

Además deben coordinar la lucha, con otros comités del resto de institutos y facultades, incluso formando comités de lucha de zona o incluso de todo el Estado, si la lucha es estatal. Ésta es la forma más democrática de funcionar y la mejor forma de lograr la participación de los estudiantes.

Una organización permanente

En el pasado, cuando el Sindicato no existía, en cada lucha concreta había que empezar a coordinar y a unificar al movimiento desde cero. La improvisación a este nivel es uno de los mejores aliados de los que quieren neutralizar la respuesta de los jóvenes ante los ataques.

Ahora esto ya no es así. Gracias a tener una organización permanente, los compañeros nuevos pueden aprender rápidamente de la experiencia de 25 años de organización. Aprendemos de nuestros errores pasados y también de las victorias para enfrentarnos a nuestra actividad presente. La organización es nuestra memoria histórica.

 El SE no sólo sirve para momentos de movilización general sino que lucha, día a día, en cada centro y a nivel general para arrancar mejoras en nuestra situación, además de organizar actividades que sirvan para aumentar el nivel de conciencia o que, simplemente, sean demandadas por los estudiantes.

Sabemos que el sistema capitalista en el que vivimos no puede solucionar nuestros problemas de fondo y pone continuamente en peligro las conquistas que conseguimos con la movilización. Por todo esto el SE es una organización estudiantil permanente.

Una organización que vincula y une a los institutos con la universidad

Otra debilidad fundamental que el movimiento estudiantil ha tenido tradicionalmente ha sido la dispersión y segregación. Entendemos que por encima de las falsas divisiones corporativas entre distintos tipos de estudiantes, de distintas edades y estudios, somos la organización estudiantil de los hijos de los trabajadores. La mayoría de los ataques que sufrimos son comunes y la respuesta ha de ser también común. Esta idea nos da mayor fuerza dentro del movimiento estudiantil.

Las razones de fondo de los ataques a las condiciones de estudio en los institutos son los mismos que en la universidad: acabar con la educación pública, elitizar la universidad y negar unos estudios dignos para miles de hijos de trabajadores. Un retroceso en las condiciones de estudio en institutos o en universidad es allanar el terreno para futuros ataques y al revés, una victoria en la movilización que mejore la calidad de la educación parcialmente, dará confianza al movimiento en su conjunto y animara la lucha para conseguir nuevas victorias. LUCHAR SÍ SIRVE.

Una organización democrática

Estamos abiertos a todos los estudiantes. Salvo los fascistas cualquier estudiante se puede afiliar al SE. La democracia del SE se expresa y garantiza, fundamentalmente, por medio de la participación de los estudiantes en la vida interna de la organización. Las asambleas de afiliados, el funcionamiento democrático de todos los órganos y el respeto a las decisiones tomadas por la mayoría son la base de esta democracia. Los dirigentes son elegidos en congresos o asambleas (tanto en el ámbito de instituto o facultad como local, provincial o estatal), y son revocables por quienes los eligieron.

La línea política del SE, su posición ante los temas que nos afectan, es decidida en el Congreso Estatal, que es el máximo órgano en todo el Estado y cuyas resoluciones marcan la línea política del sindicato hasta el siguiente congreso, siendo el máximo órgano entre congresos la Comisión Ejecutiva Estatal. En este sentido, el Sindicato es una organización que garantiza la máxima libertad de  participación ante toda discusión que se produzca en su seno y la máxima unidad a la hora de aplicar los acuerdos tomados tras la discusión donde, naturalmente, se lleva adelante lo acordado de manera mayoritaria.

Una organización antifascista

 El fascismo siempre ha sido un instrumento al servicio de los sectores más reaccionarios de la sociedad. Su único objetivo es amedrentar al movimiento obrero y a la juventud, desorganizarnos e impedir que luchemos. Su fin es amedrentar, desorganizar y atomizar a los jóvenes y a los trabajadores en su lucha por mejorar sus condiciones de vida y su futuro.

Por todo ello, desde el SE, siempre hemos planteado que la mejor forma de combatir el fascismo es luchando contra él activamente. Aislar y combatir a los fascistas en nuestros barrios, centros de estudio y trabajo debe ser nuestra tarea, además de la unidad entre todas las organizaciones de izquierdas: partidos, sindicatos, asociaciones de vecinos para denunciar y responder a cada agresión.

De lo contrario estaremos dando alas a los fascistas para que actúen impunemente al no encontrar ningún tipo de respuesta y haciendo el juego a los medios de comunicación y la justicia burguesa. Éstos tratan de  presentar, una y otra vez, las agresiones fascistas a jóvenes de izquierdas como simples peleas entre bandas, no sólo para que los criminales salgan prácticamente impunes de sus salvajadas, sino también para presentar ante la sociedad a una juventud “violenta”, criminalizándonos a todos y ocultando así el verdadero papel de los fascistas bajo el capitalismo.

Una organización que se orienta al movimiento obrero y busca confluir con él

La mayoría de los estudiantes provienen de la clase obrera. Nosotros no apoyamos a los trabajadores por sentimentalismo sino porque tienen nuestros mismos inPonencias del XV Congreso Estatal del Sindicato de Estudiantes 3tereses. A nosotros también nos interesa que no se pierdan puestos de trabajo porque un puesto de trabajo que se pierde hoy es un puesto de trabajo menos al que podremos aspirar en el futuro.

También nosotros luchamos contra los contratos basura y contra el empleo precario porque somos los jóvenes los más explotados por los empresarios, los que sufrimos las peores condiciones laborales. Y también nosotros luchamos por los salarios de los trabajadores y su nivel de vida porque de ellos dependemos y porque, al igual que la educación pública, están siendo atacados gravemente.

No hay ninguna organización que pueda defender a la vez los intereses de los estudiantes que estudian para ser explotados y los que lo hacen para ser explotadores. Nosotros defendemos los intereses de los primeros y no sólo como estudiantes, sino también como trabajadores o hijos de trabajadores.

Por esto nos movilizamos, no sólo por una educación pública, laica, democrática, gratuita y de calidad, sino también por un puesto de trabajo digno, contra los contratos-basura, contra la destrucción de empleo, contra la reducción de salarios a nuestros padres, etc. Siempre que nos es posible participamos en las manifestaciones de las luchas obreras repartiendo miles de hojas dando nuestra opinión sobre el conflicto, destacando una idea fundamental: su lucha es la nuestra porque las razones de los ataques a los puestos de trabajo y a nuestras condiciones de estudio son las mismas.

Esta unidad con la clase obrera no es sentimentalismo, es en definitiva unir dos frentes de la misma lucha, auténtica solidaridad de clase. A la vez, en toda movilización nuestra de carácter general, buscamos conscientemente contactar con el movimiento obrero a todos los niveles (en los sindicatos, fábricas, plazas, mercados...) para llevar nuestras aspiraciones y reivindicaciones a los trabajadores. Sabemos que el apoyo de éstos a nuestra movilización determinará que el gobierno o las diferentes administraciones se vean presionados de verdad.

Cuando el movimiento estudiantil ha conseguido sus mayores éxitos ha sido cuando más claramente se ha orientado al movimiento obrero para pedirle apoyo: esta  no es sólo nuestra experiencia en el Estado español sino que, también, es la experiencia del movimiento estudiantil de todo el mundo.

 Una organización internacionalista y anticapitalista

En el sentido de que consideramos que los intereses de los trabajadores y estudiantes de todos los países del  mundo son los mismos porque estamos sometidos a la explotación de un sistema social y económico que es internacional, el capitalismo. El Sindicato tradicionalmente ha realizado campañas de solidaridad con los jóvenes y trabajadores de otros países en sus luchas, inspirándonos con su ejemplo y entendiendo que su lucha es nuestra lucha y una victoria suya, fortalece el movimiento aquí.  

Otros ejemplos del carácter internacionalista de nuestra organización han sido las campañas que ante cualquier agresión imperialista hemos organizado. Así fue en la primera guerra del Golfo, en la guerra de Yugoslavia, en Kosovo o en la invasión y ocupación de Iraq. Siempre, en nuestra intervención y organización de estas luchas hemos mantenido un mensaje claramente internacionalista, de clase, y anticapitalista intentando ayudar a miles de jóvenes a sacar conclusiones: para conseguir una paz duradera hace falta ir más allá y acabar con este sistema, la paz que los imperialistas como Bush o Blair defienden es la paz de los cementerios.

También hemos desarrollado otras actividades de solidaridad internacional, como la campaña de actos en apoyo a la Revolución Venezolana, impulsando la campaña internacional Manos Fuera de Venezuela.
Si nuestra orientación es esta es porque desde el SE sabemos que bajo el sistema capitalista nunca podremos conseguir y mantener de manera indefinida nuestras reivindicaciones plenas, ni conseguiremos tener un futuro digno y garantizado al acabar los estudios.

Por eso desde el SE luchamos por acabar con el capitalismo, este sistema económico explotador que continuamente engendra opresión y miseria, miremos donde miremos. Defendemos una sociedad donde los recursos económicos no sean propiedad de una minoría sino que sean planificados armoniosa y democráticamente por los trabajadores en beneficio del conjunto de la sociedad. Una sociedad sin clases sociales y sin explotación, una sociedad auténticamente socialista.

Asimismo, el Sindicato defiende las reivindicaciones democráticas de las nacionalidades vasca, catalana y gallega, incluido el derecho a la autodeterminación. Explicando siempre, desde una visión internacionalista, que la única manera de conseguir estos derechos es vinculándolos a la lucha del conjunto de los trabajadores.
De igual manera, el SE se compromete a mantener de forma activa la solidaridad con los pueblos que luchan por las libertades democráticas y/o el socialismo (único sistema capaz de asegurar estas libertades), y con los refugiados y trabajadores perseguidos por el ejercicio de sus derechos sindicales y democráticos.