2011/05/22

¡Impulsar el movimiento con nuevas acciones y manifestaciones que confluyan en una nueva huelga general!

¡Viva la lucha de la juventud!

¡Contra la dictadura de los banqueros y los recortes sociales!
¡Como en Portugal, Francia, Grecia y el mundo árabe!

 Las movilizaciones que a lo largo de esta semana estamos protagonizando decenas de miles de jóvenes, estudiantes, trabajadores, parados, pensionistas… con una fuerza tremenda en la Puerta del Sol de Madrid y las plazas más céntricas de numerosas ciudades, han sorprendido en todo el mundo. Sin embargo, no es difícil encontrar la causa de las mismas: responden al desempleo masivo, a la precariedad laboral, a los salarios de 600 y 700 euros, a la brutalidad de los ataques a los gastos sociales aprobados por el gobierno y a que seamos las familias trabajadoras los que pagamos el precio más cruel de la crisis, mientras los grandes banqueros y los empresarios obtienen beneficios insultantes.

La fuerza demostrada en la calle por decenas de miles de jóvenes ha asustado a muchos. La derecha, y sus medios de comunicación afines, ya están comenzando su campaña de criminalización contra nuestra lucha. El PP, el partido del neofranquismo, no tiene ninguna autoridad moral para hablar de libertades y democracia. Ya les conocemos cuando estuvieron en el poder, conocemos su posición respecto a la guerra en Iraq y como defienden con uñas y dientes los intereses de los empresarios y los sectores más reaccionarios de la sociedad.

Desde el gobierno, por otra parte, se lanzan guiños a nuestra lucha y muchos ministros del PSOE dice ahora “comprender” nuestra rabia y nuestras reivindicaciones. Pero lo que obvian es que durante los últimos años hemos tenido que soportar recortes y ajustes aprobados por ellos, que han frustrado las esperanzas de millones. Aceptando la lógica del mercado, dando la espalda a su base social y claudicando ante la gran banca y los poderes empresariales, el gobierno de Zapatero legisló todo de tipo de medidas lesivas contra los empleados públicos, a favor de la privatización de la enseñanza pública, la Universidad (Bolonia) y la sanidad, y en beneficio de los empresarios con la Reforma Laboral. Y ahora ya sabemos que tras las elecciones municipales llegarán nuevos ataques y recortes, como hemos visto en Catalunya con el gobierno de CiU y que han sido respondidos con la movilización de cientos de miles de trabajadores y jóvenes.

Los responsables de la crisis

Como la experiencia de estos días demuestra, el movimiento iniciado necesita organizarse mejor y dotarse de un programa de lucha claro y coherente. Como es público, la Plataforma Democracia Real Ya, promotora de la movilización, ha planteado reivindicaciones progresivas con otras que pueden estimular prejuicios contra la organización y contra la participación en política, algo que es contraproducente para nuestra lucha. En realidad las victimas de la crisis, del paro, la precariedad, los bajos salarios, la represión, tienen nombre y apellidos: son los trabajadores, los jóvenes de los barrios obreros, los desempleados, es decir la base social de la izquierda. En las manifestaciones no hay hijos de papa de los barrios burgueses. Por eso hay que huir de todo oportunismo en el contenido de la movilización que sólo sirve para que los medios de comunicación nos presenten como algo inocuo y asimilable, como un cuchillo sin filo, inofensivo.

Sin duda, el abandono que los jóvenes y los trabajadores hemos sufrido por parte de las direcciones sindicales y de los grandes partidos de la izquierda durante mucho tiempo, han generado un ambiente de frustración y rechazo hacia la “política oficial”. Pero es necesario resaltar que toda la situación que padecemos es responsabilidad y consecuencia de un sistema económico y unas políticas muy concretas. Los culpables de que no tengamos casa, no tengamos trabajo y nos vayamos a quedar sin pensiones son los banqueros y los grandes empresarios que se han lucrado durante décadas con la explotación de nuestras familias; por supuesto, también son responsables aquellos partidos y organizaciones que defienden sus intereses y adoptan medidas contra la mayoría de la población. Si queremos democracia real, esto pasa por transformar la sociedad y acabar el capitalismo. La democracia sin justicia social no es real. Queremos democracia, la democracia de la mayoría, de los trabajadores y la juventud.

Continuar la lucha incorporando a la clase trabajadora
Para lograr la victoria en esta lucha es fundamental levantar un programa revolucionario y anticapitalista, que nos permita ganar el apoyo del movimiento obrero, de cientos de miles de trabajadores, de miles de delegados sindicales, que también sufren la crisis y se oponen a la política de sus dirigentes. La dirección de CCOO ha emitido un comunicado complaciéndose de las movilizaciones de la juventud. Pero eso es totalmente insuficiente. Desde las asambleas y manifestaciones, desde las acampadas, en las fábricas y centros de estudio debemos exigir, alto y claro, a las direcciones de los sindicatos mayoritarios (CCOO-UGT) que abandonen la política de pactos y claudicaciones (como la firma del acuerdo que amplia la edad de jubilación y recorta las pensiones), y confluyan en los hechos con nuestra lucha organizando una nueva huelga general. ¡Ese es el camino! Los trabajadores tienen la fuerza, como ya se demostró en la huelga general del pasado 29S y en las manifestaciones masivas de aquel día, para parar la producción y la vida del país. La participación y confluencia con la clase obrera será fundamental para aumentar la profundidad y extensión de las movilizaciones actuales, como hemos visto en Grecia, en Portugal, en Francia y el mundo árabe.
El carácter masivo de las protestas es un serio problema para todos aquellos que quieren que las cosas sigan igual. La jornada del jueves terminaba con el anuncio a las 23.45 h de que la Junta Electoral Central (JEC) había prohibido las concentraciones convocadas para el sábado y el domingo. Ante este posible desenlace, ya en la Puerta del Sol, igual que en las concentraciones de muchas ciudades, se habían mostrado carteles y consignas que prevenían de este posible dictamen: “Parar ahora sería un suicidio; Día de reflexión, día de acción; Junta Electoral inconstitucional”.
Desde el Sindicato de Estudiantes consideramos esta decisión judicial como una respuesta antidemocrática a un movimiento que esta expresando de manera pacífica, pero contundente, el rechazo a la política de recortes de gastos sociales, a la situación de desempleo masivo, especialmente entre la juventud, y a la crisis del sistema capitalista que está pagando la mayoría de la población. La decisión de la JEC no va a impedir que decenas de miles se sigan manifestando, en todo caso, va a provocar que nuestra rabia y descontento aumenten. El Sindicato de Estudiantes llama a continuar la movilización, a dotarla de mayor organización, y a defender un programa de izquierdas consecuente, elementos claves en una batalla contra quienes tienen en sus manos los resortes del poder y el control de los grandes medios de comunicación.
Recuadro para las reivindicaciones:

•    Retirada inmediata de todos los planes de ataque contra la juventud y las familias trabajadoras
•    No a los recortes presupuestarios en sanidad, educación y en las prestaciones sociales 
•    Basta de regalar dinero público a los banqueros, empresarios y especuladores. ¡Que se nacionalice la banca para emplear los recursos de todos en obras públicas, sanidad y educación, dando empleo a millones de parados!
•    No a la contrarreforma laboral y el despido barato. No al recorte de las pensiones y a la ampliación de la edad de jubilación.
•    Contra el paro: Subsidio de desempleo indefinido de 1.100 € al mes hasta encontrar un puesto de trabajo. Reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales sin reducción salarial. 
•    ¡Por una vivienda digna! Nacionalización de las grandes constructoras para crear un gran parque público de viviendas en alquiler a un precio no superior al 10% del SMI.
•    Inicio de un plan económico para crear empleo (inversiones en infraestructuras, servicios sociales y otras industrias) no basado en los intereses de los capitalistas sino en los intereses de la mayoría. 
•    Incremento drástico de los impuestos a las grandes fortunas, a los beneficios empresariales y a la banca. Combatir el fraude fiscal y la fuga de capitales con la confiscación de los patrimonios y de las cuentas de los ricos implicados.
•    Basta de represión contra la juventud



¡Como en Portugal, Francia, Grecia y el mundo árabe!
¡Contra el capitalismo y su crisis!
¡No a la dictadura de los banqueros, no a los recortes sociales!
¡Impulsar el movimiento con nuevas acciones y manifestaciones que confluyan en una nueva huelga general!